A medida que las herramientas de inteligencia artificial evolucionan e integran en nuestra vida cotidiana, nuevas formas de trabajo remoto ganan popularidad. Una de las áreas más prometedoras son las microtareas dentro de los sistemas de IA: tareas breves y manejables que requieren intervención humana para entrenar y perfeccionar algoritmos inteligentes. Aunque suelen ser de baja complejidad, estas tareas contribuyen significativamente al desarrollo de tecnologías de IA y ofrecen una fuente de ingresos flexible para quienes buscan trabajar desde casa.
Las microtareas son tareas a pequeña escala que alimentan modelos de aprendizaje automático. Pueden consistir en etiquetar imágenes, transcribir audios, evaluar respuestas de chatbots o validar resultados de búsqueda. Sitios como Remotasks, Toloka, Clickworker y Amazon Mechanical Turk ofrecen este tipo de empleos y están disponibles en todo el mundo, normalmente sin requerir formación especializada.
Debido a su naturaleza, las microtareas son adecuadas para un público amplio: estudiantes, personas que cuidan del hogar, jubilados o freelancers a tiempo completo. Solo se necesita conexión estable a Internet, conocimientos básicos de informática y un buen dominio del inglés. Algunas plataformas incluso ofrecen formación antes de comenzar a trabajar.
Una ventaja clave es que se pueden realizar de forma asincrónica, adaptándose al horario de cada persona. Esta flexibilidad es una de las razones del crecimiento acelerado de este modelo entre quienes buscan ingresos adicionales.
Los distintos sistemas de IA requieren diferentes tipos de datos. Por ejemplo, las herramientas de reconocimiento de voz dependen de transcripciones precisas, mientras que los sistemas de conducción autónoma requieren imágenes o vídeos etiquetados. Las herramientas de análisis de sentimientos necesitan que personas evalúen el tono emocional de frases o comentarios. Estas tareas mejoran la calidad e inclusión de las aplicaciones de IA al añadir el matiz humano.
Otra categoría creciente es la evaluación de contenido. Los motores de búsqueda y asistentes virtuales se benefician de la retroalimentación humana sobre la relevancia, precisión o sesgo de las respuestas generadas. Esto ayuda a reducir el riesgo de desinformación y estereotipos, haciendo la IA más segura y confiable.
Al participar en este ecosistema, los trabajadores no solo ganan dinero: contribuyen activamente a definir el comportamiento futuro de la inteligencia artificial. Esto eleva el valor percibido de las microtareas, alejándolas del estigma del “trabajo poco cualificado”.
Las ganancias varían según la plataforma, el tipo de tarea, el tiempo dedicado y la región. A junio de 2025, las tarifas oscilan entre 3 y 10 dólares por hora, dependiendo de la complejidad. Remotasks, por ejemplo, ofrece proyectos avanzados como etiquetado 3D o anotación lingüística que pagan más tras completar la formación inicial.
Los trabajadores que demuestran buen rendimiento y superan pruebas de cualificación acceden a tareas premium con mejor paga. Algunas plataformas ofrecen bonificaciones basadas en volumen de trabajo o precisión.
Aunque los ingresos medios son modestos, quienes trabajan de forma regular pueden obtener varios cientos de dólares al mes, suficientes para cubrir gastos básicos. No suele reemplazar un trabajo a tiempo completo, pero sí es un complemento útil.
No todos los sitios de microtareas ofrecen condiciones claras. Algunos tienen políticas de pago poco transparentes o umbrales mínimos de retiro elevados. Es esencial investigar y elegir plataformas con buena reputación para evitar pérdida de tiempo o impagos.
Otro aspecto es la repetitividad del trabajo. Etiquetar cientos de imágenes o transcribir largos audios puede resultar monótono. Es importante trabajar en sesiones cortas, cuidar la postura y hacer pausas para evitar fatiga física y mental.
También es clave proteger los datos personales. Las plataformas legítimas nunca solicitan información confidencial innecesaria ni cobran tarifas por adelantado. Si un sitio lo hace, es una señal de alerta.
La rápida adopción de la IA en sectores como salud, transporte, finanzas y entretenimiento ha disparado la demanda de datos de entrenamiento. Este crecimiento impulsa el ecosistema de microtareas, generando trabajo constante en todo el mundo. A mediados de 2025, varias plataformas reportan más colaboradores que nunca.
Además, la inflación global y la falta de crecimiento salarial en empleos tradicionales están llevando a muchas personas a buscar ingresos alternativos. Las microtareas, con baja barrera de entrada, son una solución accesible.
Existe también una motivación personal. Saber que las tareas contribuyen a mejorar tecnologías utilizadas por millones da un sentido de propósito. Este aspecto tiene peso sobre todo en los jóvenes, quienes buscan impacto social además de ingresos.
A medida que la inteligencia artificial progresa, también lo hará la complejidad de las microtareas. En lugar de solo tareas repetitivas, se espera que los trabajadores participen en auditorías éticas, formación de contenido multilingüe o anotaciones colaborativas. Esto incrementará tanto la dificultad como las recompensas económicas.
Las empresas están invirtiendo en mejor formación, sistemas de evaluación y trayectorias profesionales para sus colaboradores. Esto sugiere que quienes hoy realizan microtareas podrían convertirse en formadores de datos, evaluadores de calidad o validadores de modelos.
En resumen, las microtareas en IA ya no son una actividad marginal. Representan una fuente de ingresos flexible, escalable y una puerta de entrada al mundo de la inteligencia artificial, un sector que marcará el mercado laboral en la próxima década.